Un ratón que vivía en el campo se hizo amigo de otro que tenía su casa en la ciudad.Para agasajarlo, lo invitó a almorzar en el campo.
Allí le ofreció al huésped todos los buenos y sencillos frutos que los campesinos cosechan de la tierra. Al final, para devolverle la gentileza, el ratón de la ciudad también invitó a almorzar a su amigo.
Ambos ratones volvieron a encontrarse en la ciudad, en la casa de un hombre acaudalado.
Con la mesa generosamente servida, los amigos se disponían a probar los exquisitos manjares cuando, de pronto, alguien golpeó a la puerta. Rápidos como el viento, tuvieron que desaparecer.
Pasado el peligro, volvieron a sentarse ante los tentadores platos y otra vez tuvieron que escapar sin tocarlos, porque había aparecido el dueño de casa. Y así una y otra vez.
-Mejor me voy-dijo al fin el ratón de campo-. Prefiero la modestia del campo a la abundancia de la ciudad.
A VECES ES PREFERIBLE
UNA DISCRETA MEDIOCRIDAD
QUE A LA OPULENCIA
My Sims
Hace 15 años
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